Estaba en la cabaña donde ensayábamos las canciones
-Vamos otra vez.-Dije al acabar la canción
-Un, dos. Un, dos y...-Dijo Andrew para comenzar de nuevo
Estuvimos practicando un buen rato. Dentro de poco tendríamos otro concierto en esta ciudad. Era la primera vez que actuábamos en la ciudad.
-¿Quieren bebida?-Pregunté mirando dentro del frigorífico
-No, vamos a fumar.-Contestó John
Aquí fumaban los varones, claro, para hacerse más chulos pero ellos lo negaban.
-Algún día te tragarás el humo y me reiré hasta que explota.-Dije rodando los ojos
-Estoy contigo.-Dijo Amy
-Me da igual.-Dijo Andrew echando el humo por su boca
-Todo por ser más chulos.-Respondimos Amy y yo a la vez
-¡Qué no pesadas!-Contestó enojado John
-Bueno, nosotras vamos a limpiar nuestras guitarras.-Dije yéndome
A Amy se le notaba que le gustaba mucho John, estaba tan embobada con él.
-Tía, se te nota que te gusta John.-Dije sonriente.-Hacéis buena pareja
-¿Qué? ¡NO! Eso es una barbaridad, cómo le voy a gustar a él. Digo cómo me va a gustar ese chaval.-Dijo enrojecida
-Amy, no lo ocultes.-Dije rodando los ojos, se pone tan tonta cuando lo niega.
-Que no, que no me gusta Colette.-Negaba.-Además seguro que le tiene que gustar más las que fuman que a las que son simpáticas.-Decía suspirando
-Porque tenga que fumar, no significa que no le vayas a gustar.-Dije
-Pero ya le has visto, prefiere eso.-Dijo cabizbaja
-Si lo intentaras.-Dije
-Pero voy a fracasar.-Ponía pucheros
-No se sabe, inténtalo.-Dije mientras le animaba
Narra Evangeline:
Mañana, hay exámen. Y tiene que ser el último día de la universidad. Putos exámenes...Podían poner el exámen después de las vacaciones. Yo a los profesores no los voy a poder aguantar mucho.
Llegué a la biblioteca y abrí la mochila para coger los libros necesarios.
-¡Mierda! Se me ha olvidado el estuche.-Dije mientras me llevaba las manos a la cabeza. La recepcionista me fulminó con la mirada. Yo me senté y estuve pensando dónde coño habría un lápiz, goma y bolígrafo.
Estuve dando varias vueltas por la biblioteca por si a alguien se lo hubiera olvidado el estuche o el lápiz, goma y bolígrafo. Pero no obtuve nada, ni siquiera un trocito de goma pequeño. Mierda.
Al final, vi en una mesa larga de madera un lapicero y vi lo que necesitaba; lápiz, goma y un bolígrafo. Solo me faltaba que pintara, o sino me pongo a gritar enfurecida.
Iba caminando por los pasillos de la biblioteca y me choqué sin querer con alguien.
-¡Mira por dónde vas!-Dije

Le miré y era un friki de esos que están todo el día en la biblioteca. Dios que coraje me dan ellos. Con esas gafas de Harry Potter estúpidas...
-Estúpido friki.-Dije mientras me iba.
Él me miró fijamente y yo hacía una mueca<<Raritos>>.No me respondió solo se elevó las gafas hacia arriba para colocárselas bien y siguió con su camino. Estaría acostumbrado a estos maltratos de la gente.
Me daba lástima y pena ver que te maltratan y te hacen bromas estúpidas. A mí me molestaría, pero si no se defienden pues seguirán así.
Volví a mi sitio e "hinqué los codos" en la mesa y estuve varias horas así, hasta que me harté. Recogí mis cosas y dejé en su sitio los materiales que había cogido para estudiar.
Iba a salir cuando me encuentro otra vez ese chico de las gafas, el friki. Me mira de una forma penetrante y se me va acercando. <<¿Qué haces?>>.
-¿Qué haces maricón? Vete a la mierda.-Dije mientras tomaba mi camino. Veía como él seguía clavando su mirada en mí, pensaba que miraba mi culo pero notaba como miraba mi espalda. A mí entera, parecía descifrar algo en mí. Y yo no entendía nada. Los frikis son tan raros.
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-¡Llegué enanos!-Dije mientras dejaba las llaves en la mesa.-¿Hola?-Nadie respondía. Raro.
-Hola Evan.-Dijo Edward saliendo de la cocina y con harina por toda la cara
-¿Por qué tienes esa pinta de tonto?-Pregunté
-De tonto no, de cocinero. He estado haciendo brownies y chocolate caliente, ¿quieres?-Decía intentando limpiarse con la manga en la nariz.
-¿Tú me quieres matar de chocolate?-Pregunté sorprendida.-¡Pues claro que sí, yo me mato por el chocolate!
En un segundo ya me iba a comer el primer brownie, pero Edward me lo arrebató.
-¿Qué pasa ahora, eh?-Decía
-Pues hay que esperar a Ryan y merendamos todos juntos.-Dijo. Yo bufé.
-¿Enserio?-Dije con pucheros
-Enserio y no me pongas morritos, eh. No funciona conmigo.-Dijo mientras se reía.
Malo.-Dije poniendo más pucheros y cruzándome los brazos. Como una niña pequeña.
Cuando pasaron unos minutos, (que para mí fueron eternos) bajó Ryan en bóxers. Dios y ese envicio a ponerse semi-desnudo por casa. Cualquiera lo ve y se desmaya.
-Ryan, por dios, te ve alguien y se mata.-Dije yo divertida
-Si claro, a tí te gusta que esté así de bueno con tableta de chocolate.-Decía divertido
-Más quisieras tú. Hablando de chocolate, ¿puedo ya comerme la merienda? Me estoy muriendo.-Dije

-Si pesada.-Dijo al fin Edward
-Gracias Eddie.-Dije dándole un beso en la mejilla y empezando con el brownie y mi chocolate caliente.
-¿Lo has preparado tú?-Preguntó Ryan
-Si, ¿quieres?-Preguntó
-Claro, espero que no me muera.-Dijo divertido
-Capullo.-Respondió seco

El chocolate estaba muy caliente y me quemaba a veces. Dios.
Estaba tan bueno que hacía lo posible por tomármelo. Pero como me quemaba pues iba poco a poco.
-Quema.-Dije haciendo una mueca
-Es que eres tonta.-Dijo Ryan
-Idiota.-Dije
Narra Xxx:
Esa chica, la he encontrado. Tantos años buscándola y le he hallado. Al fin.
Por fin, por primera vez la he visto. Y he de decir que es muy guapa, aunque su humor es pésimo. Típico de los vampiros.
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